La mayoría de los inversionistas internacionales en bienes raíces desconocen una de las herramientas más poderosas que tienen a su disposición.
En Estados Unidos, puedes reemplazar una hipoteca por otra. A este proceso se le llama refinanciamiento, y puede hacerse por diversas razones. Una de las más comunes es obtener una mejor tasa de interés con condiciones más favorables, lo que se conoce como Refinanciamiento de tasa y plazo (rate-and-term refinance, en inglés).
La otra opción destacada es el Refinanciamiento con retiro de efectivo (cash-out refinance, en inglés), que te permite extraer parte del capital acumulado en tu propiedad de inversión para reinvertirlo en otro lugar.
Veamos ahora las principales diferencias entre estas opciones para ayudarte a tomar una decisión informada sobre tu préstamo.
El refinanciamiento de tasa y plazo, como su nombre lo indica, se centra en mejorar las condiciones de tu hipoteca. Este tipo de refinanciamiento tiene como objetivo principal obtener un mejor acuerdo en tu préstamo inmobiliario. Te permite ajustar condiciones como la tasa de interés y la duración del préstamo. En este tipo de refinanciamiento, el monto del nuevo préstamo coincide con el saldo actual de tu hipoteca. En esencia, está reemplazando tu préstamo anterior por uno nuevo con condiciones más favorables.
Por lo general, las tasas de interés deben ser más bajas que las que obtuviste inicialmente para que este refinanciamiento tenga sentido. Aunque una tasa más baja significa ahorro en cada pago, también hay costos asociados con el cierre del nuevo préstamo (en inglés), similares a los costos de cierre estándar. Estos pueden incluir tarifas de solicitud, gastos de tasación y seguro de título.
Además de lograr pagos más bajos gracias a la tasa reducida, este refinanciamiento también brinda la oportunidad de acortar la duración del préstamo, lo que te permite pagar la hipoteca más rápidamente.
Por otro lado, el refinanciamiento con retiro de efectivo (en inglés) se centra en aprovechar el capital que has acumulado en tu propiedad. Este tipo de refinanciamiento te permite beneficiarte del aumento en la plusvalía de tu inmueble al solicitar un préstamo mayor al saldo actual de tu hipoteca, el cual se basaba en el valor original de la propiedad.
Ese dinero adicional puede utilizarse para diversos fines, como mejoras en la propiedad, consolidación de deudas o cubrir otras necesidades financieras. Es una forma inteligente de sacar provecho al valor de su propiedad y a nuevas oportunidades económicas.
En este caso, el monto del préstamo excede el saldo actual de tu hipoteca, y la diferencia se entrega en efectivo al momento del cierre. Los refinanciamientos con retiro de efectivo suelen tener tasas de interés ligeramente más altas en comparación con los de tasa y plazo, ya que implican un monto mayor y, por lo tanto, un mayor riesgo para el prestamista. Al igual que en el refinanciamiento de tasa y plazo, encontrarás costos de cierre estándar, pero también puedes esperar costos adicionales debido al mayor monto del préstamo.
La principal ventaja de este tipo de refinanciamiento es el acceso inmediato a efectivo al cierre, que puede destinarse a una variedad de usos, incluyendo el pago inicial para adquirir otra propiedad.
A continuación, un resumen de las principales diferencias entre estas dos opciones de refinanciamiento:
Al momento de decidir entre un refinanciamiento de tasa y plazo o uno con retiro de efectivo (en inglés), es fundamental tener en cuenta varios factores que pueden influir en los términos y condiciones del préstamo. Tu historial crediticio puede impactar directamente las tasas de interés a las que calificas. Otro aspecto clave es la Relación Préstamo-Valor (Loan-to-Value Ratio, LTV), que corresponde a la proporción entre el monto del préstamo y el valor tasado de la propiedad. Los prestamistas suelen exigir niveles de LTV específicos, 70% u 80% son comunes, por lo que será necesario contar con suficiente capital en la propiedad para poder calificar. Además, las tasas de interés fluctúan según las condiciones económicas, por lo que conviene monitorear las tendencias del mercado al considerar un refinanciamiento.
Elegir la opción de refinanciamiento adecuada puede ser una decisión compleja pero fundamental. El refinanciamiento de tasa y plazo y el refinanciamiento con retiro de efectivo son dos alternativas distintas, cada una con sus propios beneficios y propósitos. Tu elección debe basarse en tus circunstancias financieras específicas y en tus objetivos personales.
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